Al hacer serigrafía, un problema común de encontrar es el de que se tape la pantalla, lo que se refiere a que después de algunos estampados algún pedazo del diseño se tapa de tinta, impidiendo que se pueda estampar correctamente.

La tinta desde la fabrica viene preparada y lista para usarse sin ningún problema, pero algunas veces gracias a factores externos como lo son temperaturas altas o el haberlas dejado guardadas por un largo tiempo la tinta pierde su cremosidad natural, lo que complica considerablemente su uso.

Para contrarrestar esto existen diferentes productos para devolverles su cremosidad característica, pero por ninguna circunstancia se debe agregar agua, ya que dejaría inservible la tinta.

Uno de estos productos es el retardante, este es un líquido generalmente transparente, que al añadirse a la tinta, tiene el efecto de retardar su secado. De esa manera, la tinta nos da un mayor margen para trabajar sin tapar el marco.

El siguiente de estos productos es el diluyente, el cual se añade a la tinta cuando su espesor es mayor de lo ideal para trabajar.

Y por último están los polvos licuantes, estos usualmente se usan cuando una tinta fue guardada por bastante tiempo, lo que usualmente causa que pierda su cremosidad, y al agregársele a la tinta seca le regresa su cremosidad original.

Estas se pueden mezclar pero no es recomendable usar todas al mismo tiempo, ya que podría perder algunas de sus propiedades.